¡De los monopolios, líbranos señor!
El único monopolio bueno es el juego de mesa, con su compra y arriendo
de propiedades, cartas de ‘casualidad’ y cárcel sin hacinamientos.
Además, es el único que regala plata, los $200 que se cobran cada vez que se pasa por ‘salida’.
Todos los demás son como los cigarrillos, perjudiciales para la salud, y
cuando son inevitables deben ser estrechamente vigilados y regulados
por el Estado.
Por eso, es importante que en la próxima subasta para asignar la franja
del espectro electromagnético que se usará para la nueva tecnología de
Internet móvil (4G), el Gobierno imponga condiciones que no permitan que
se consolide el cuasimonopolio que tiene Claro en el mercado de
telecomunicaciones.